En Chile existen más de 890.000 discapacitados visuales según datos del último censo del INE que incluyó discapacidad (2012). Estas personas no pueden ir solos a comprar al supermercado y necesitan la asistencia de un tercero para satisfacer sus necesidades básicas. Además, en sus respectivos hogares, no son capaces de distinguir qué producto están sacando desde sus refrigeradores o alacenas, por lo que si no cuentan con una persona que les diga qué es, deben probar el producto antes de ingerirlo. Nuestro proyecto busca la inclusión para este gran segmento de la población mediante un sistema de etiquetado braille en supermercados, el cual busca entregarles mayor autonomía e independencia, otorgándoles acceso a los diferentes productos de necesidad básica que ofrece el mercado, sin necesitar la ayuda de un tercero.