Los niños de sectores vulnerables se ven desmotivados a asistir a clases por el poco apoyo que les puede brindar la familia y por el no poder cumplir con los múltiples trabajos y tareas escolares que día a día se les asignan, lo que genera que muchos niños deserten del sistema escolar.
Mi idea es crear bibliotecas en poblaciones vulnerables, a fin de llevar la tecnología y la cultura a esas zonas más desprotegidas.
Estas bibliotecas tendrían que contar con diversos tipos de textos que permitan dar respuesta a las tareas escolares, así también como computadores y acceso a internet.
Estos centros funcionarían en las tardes, de lunes a sábado, atendido por jóvenes, idealmente estudiantes de pedagogía, quienes estarían a cargo de recibir a los niños y orientarlos en la búsqueda de sus tareas.
Si los niños tienen apoyo en su proceso de enseñanza-aprendizaje, se sienten más motivados en clases, menos discriminados y por lo tanto desencadena en una menor deserción escolar.