Este conjunto folclórico trabaja con mucha disciplina. Se mueven por la pasión y sus sueños. Son un grupo joven que funcionan desde hace 15 años en la precordillera de Santiago, en los faldeos de Peñalolén, desde ahí han trazado el camino y comprobado que no hay fronteras cuando un poco de talento y mucha perseverancia se unen.
Son orgullosos portadores de nuestras raíces chilenas; y amantes del folclore mexicano. Han llevado su trabajo por el país, por festivales en México y Ecuador; no importa si bailan en una plaza o en un gran teatro, si los mira un público pequeño o una gran audiencia, cada paso lleva la misma alegría, respeto y entrega. Tienen un compromiso con quienes creen en ellos y por nuestras raíces, con seguir trabajando, creciendo y contagiando su mejor capital: talento y alegría.