Inspirado en dibujos reales de niños que fueron abusados sexualmente, se plasman connotaciones ilustrativas y verbales al daño que se ha hecho y que pudiera remediarse a través de la ayuda psicológica pertinente (y, entre más pronta, mejor), sin embargo, no siempre se cree, no siempre se escucha o no siempre se quiere ver. Se pretende confrontar a los padres de familia y/o cuidadores de niñas y niños para abrir los canales de comunicación bajo la confianza y prestar mayor atención a las personas cercanas a los niños. La bandera de guerra resulta ser que le ha hecho más daño el silencio al niño y a manera de testimonio, con su inocencia, nos brinda su secreto, esperando causar empatía y sensibilizar respecto a esta realidad social.Queremos que lo digan, y que cuando lo digan SE LES CREA Y PROTEJA.luissaldanareyes@gmail.com